La Coordinadora Nacional de Organizaciones Negras de Panamá -CONEGPA- condenó enérgicamente, los ataques racistas y discriminatorios dirigidos contra la ministra de Educación Lucy Molinar tras su participación en el Desfile de las Mil Polleras, celebrado recientemente en la ciudad de Las Tablas.
La Ministra, al vestir con orgullo la pollera nacional, fue objeto de burlas y comentarios denigrantes en redes sociales, haciendo referencia a su afrodescendencia.
Según CONEGPA, estos hechos evidencian que, en un país que se autodenomina un "crisol de razas", persisten lamentablemente actitudes racistas que contradicen los valores de respeto, convivencia y la equidad que deberían regir la sociedad.
"Este no es un caso aislado: la Ministra de Educación ha sido blanco de ataques racistas en más de una ocasión, lo que demuestra un patrón de intolerancia hacia las personas afrodescendientes en posiciones de liderazgo", afirmó CONEGPA.
Los comentarios ofensivos surgidos a partir de la participación en un evento cultural de unidad y tradición resaltan una falta de comprensión de la historia detrás de la pollera. "El origen de este traje típico ha sido invisibilizado y silenciado a lo largo de la historia: la pollera nace y es una herencia de la mujer negra", recalca la Coordinadora Nacional de Organizaciones Negras de Panamá.
Agrega que el cuestionamiento al derecho de una persona afrodescendiente a portar la pollera refleja un acto de exclusión que perpetúa estereotipos raciales y busca limitar la expresión de identidad cultural de la población afropanameña.
El Desfile de las Mil Polleras es una celebración de la identidad y el patrimonio cultural panameño, que pertenece a todos, sin importar color de piel, origen étnico o condición social.
CONEGPA sostiene que es urgente la aprobación del proyecto de ley que está en la Asamblea Nacional para la “generación de una política pública y de Estado para la inclusión de la historia y los aportes de los afrodescendientes en la currícula educativa panameña”.
Piden sanciones para quienes, amparados en el anonimato de las redes sociales, difunden discursos de odio que fracturan la convivencia pacífica.