Rubén Blades sugiere al Gobierno panameño que no asuma que Trump 'no habla en serio'
«Panamá tiene que prepararse para la eventualidad de otra intervención armada estadounidense que, aunque tan ilegal como la del 1989 (que derrocó al general panameño Manuel Antonio Noriega), esta vez no podrá ser defendida por parte de la ciudadanía panameña alegando la necesidad de restaurar la democracia», indicó Blades.
El renombrado cantautor panameño Rubén Blades le recomendó este martes desde sus redes sociales al Gobierno de Panamá tomarse en serio las amenazas del presidente Donald Trump de recuperar el canal interoceánico, y prepararse en caso que la administración norteamericana ordene acciones concretas como pudiera ser «otra intervención armada» contra el país.
Blades alertó en ese sentido que «el Canal es el verdadero objetivo de Trump, un narcisista que con posturas y amenazas de invasiones anhela alcanzar la inmortalidad del cuarteto presidencial esculpido en Mount Rushmore».
«Panamá tiene que prepararse para la eventualidad de otra intervención armada estadounidense que, aunque tan ilegal como la del 1989 (que derrocó al general panameño Manuel Antonio Noriega), esta vez no podrá ser defendida por parte de la ciudadanía panameña alegando la necesidad de restaurar la democracia», indicó Blades.
El 20 de diciembre de 1989, Estados Unidos invadió Panamá con 26.000 soldados y armas de última generación para capturar a Noriega (1934-2017) bajo cargos de narcotráfico, lo que dejó entre 500 y 4.000 muertos.
Asumir que Trump «no habla en serio», según Blades, «o considerar que sus acusaciones son tan absurdas que no podrán prosperar ante un análisis racional, no deben crear en el gobierno panameño un falso sentido de seguridad».
En razón de ello, el multipremiado músico, compositor, abogado, político y activista lo «primero» que le recomienda al Gobierno panameño «es no permanecer callado. Los desatinos de Trump deben ser respondidos con energía y sin vacilaciones».
Lo segundo que sugiere es «crear un bloque de aliados a nivel internacional que apoyen a Panamá en su justo rechazo a las falsas acusaciones ya descritas».
Blades (Panamá, 1948) va más allá y alerta que «el narcisismo de Trump, unido a un deseo de imitar a los líderes autoritarios que admira (el autócrata, invasor de Ucrania, Vladimir Putin es uno de ellos), su ausencia de escrúpulos y colosal ignorancia presentan una peligrosa combinación de factores».
Relación China-EE.UU. en focoEl pasado lunes, Trump dijo en su discurso de investidura que «China está operando el canal de Panamá. Pero no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá, y lo vamos a recuperar«, unas declaraciones que ha repetido desde diciembre.
Además de la presunta presencia de China en la vía acuática, Trump alega que los buques estadounidenses pagan una alta tarifa de peaje y no son tratados «de una manera justa», afirmaciones que también han sido negadas por el Ejecutivo panameño desde el pasado diciembre.
Blades por su parte manifiesta hoy que «al egomaníaco que acaba de asumir el poder que confiere la presidencia de los Estados Unidos aparentemente no le preocupan realidades como por ejemplo, el que China sea propietaria de 384.000 acres de tierra cultivable dentro de los Estados Unidos y además dueña del 2.6% de la deuda externa de Estados Unidos (casi 900 billones de dólares)».
Agrega también que la relación comercial entre China y los EE.UU. «representa hoy cerca de un trillón de dólares (hasta Elon Musk, uno de los hombres más ricos del mundo y aliado político de Trump, tiene a su compañía de autos eléctricos Tesla radicada en China, quien es además la dueña del negocio)».
«Con tanto dinero intercambiando manos entre estos dos países, la hostilidad de Trump hacia China comunista me resulta contradictoria y geopolíticamente antojadiza», remarcó el múltiple ganador de Premios Grammy.
El Canal de Panamá, un paso de 82 kilómetros por el que transita alrededor del 3 % del comercio mundial, fue construido por Estados Unidos, que lo inauguró en 1914 y lo administró hasta su traspaso al Estado panameño el 31 de diciembre de 1999.
La vía fue transferida a Panamá hace 25 años gracias a los Tratados Torrijos-Carter, firmados el 7 de septiembre de 1977 en Washington por el líder panameño, Omar Torrijos (1929-1981), y el presidente estadounidense, Jimmy Carter (1924-2024).