Donald Trump de 78 años, juró y tomó posesión como el nuevo presidente de Estados Unidos en el interior del Capitolio.
Trump juró con la mano derecha en alto y la izquierda sobre dos biblias, mismas que utilizó en su primera toma de posesión en 2017: su Biblia personal y la del expresidente Abraham Lincoln.
Melania Trump, primera dama, sostuvo las biblias, mientras que el presidente del Tribunal Supremo, el juez John Roberts, le ha tomado juramento.
Minutos antes, el exsenador republicano JD Vance tomó posesión como nuevo vicepresidente de Estados Unidos.
Vance, de 40 años, se convierte así en el primer vicepresidente de la generación ‘millenial’ y en el tercero más joven de la historia, después de John C. Breckinridge, que asumió con 36 años en 1857, y de Richard Nixon, también con 40 en 1953.
El nuevo vicepresidente estuvo acompañado por su familia: su esposa Usha y sus tres hijos.
A las 12:10 p.m. Trump comenzó su discurso inaugural declarando que la "edad de oro" de EE.UU. comienza "ahora mismo" con su toma de posesión.
El republicano asegura que "el declive" del país "ha terminado" en el momento de su toma de posesión.
Trump recuerda también el intento de asesinato que sufrió el año pasado durante la campaña para las elecciones de noviembre y aseguró que fue Dios quien lo salvó.
"Hace solo unos meses, en un hermoso campo de Pensilvania, una bala de un asesino atravesó mi oreja, pero sentí entonces, y lo creo aún más ahora, que mi vida fue salvada por una razón. Fui salvado por Dios para hacer grande de nuevo a Estados Unidos", dice el mandatario.
El nuevo presidente dice que su primera medida será declarar una "emergencia nacional" en la frontera sur y que declarará a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas.
Prometió invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para combatir a las pandillas y redes criminales.
Al invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, "dirigiré a nuestro Gobierno para que utilice todo el poder de las fuerzas federales y estatales para eliminar la presencia de pandillas extranjeras y redes criminales que traen devastación a Estados Unidos", dice.
El Canal de Panamá también está entre sus objetivos. Prometió "retomar" su control.
"China está operando el canal de Panamá. Pero no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá, y lo vamos a retomar", dijo.
Otro de los temas abordados fue declarar una emergencia nacional energética, por lo que ampliará los permisos de explotación petrolera para aprovechar "las mayores cantidades de petróleo y gas de cualquier país del mundo", lo que califica como "oro líquido".